¿QUIÉN ERA FRANCOIS DE CUREL?

Francois De Curel, aquel que llevara a Francia a los cuatro charrúas de quienes nos ocupamos en este artículo, no tiene nada que ver con el dramaturgo francés, del mismo  nombre, nacido en Metz en 1854 y muerto en París en 1928.

El Francois De Curel al que hacemos referencia nació en Lyon, Departamento de Ródano, el 4 de enero de 1778. Habría ingresado en filas del Ejercito francés cuando contaba con 15 años.

Joven,  se casó con Marie Loise, maestra, quien fuera Directora de una casa de estudios en París y luego de otras similares en Buenos Aires y en Montevideo.

Fue nombrado alférez el 4 de marzo de 1809. El 25 de julio de 1810 fue ascendido a Teniente. El 3 de agosto de 1811 pasaba como ayudante de campo del General Charles, Malo,  Francois, Conde de Lameth, quedando De Curel agregado al Ministerio de Guerra. El 3 de agosto de 1814 recibió el título de Capitán de Estado Mayor. En setiembre de 1815 fue ascendido a Capitán Comandante de Gendarmería. En junio de 1817, culminando su carrera, recibió el nombramiento de Juez en el Consejo de Guerra de  revisión del Tribunal Superior de Apelación de Francia. Tiempo después recibía De Curel el título de Caballero de la Legión de Honor ( distinción instituida por Napoleón I en mayo de 1802, que constituyó una nueva nobleza fundada en méritos patrióticos)

Desde el 1 de noviembre de 1824 hasta el 22 de setiembre de 1827, ya dejando la carrera militar, ocupó el cargo de inspector en el Collège Royal de Henri IV, uno de los más afamados de la época, especialmente en Botánica y Astronomía.

Es hacia fines de 1827 cuando emigra a América con su familia que, a la sazón, estaba constituida por su esposa y tres

hijos ( un varón y dos niñas ).

En Buenos Aires conoce al napolitano Pedro De Angelis. La esposa de éste y la esposa del español José Joaquín de Mora habían fundado un Instituto de enseñanza para señoritas, un año antes. Este Instituto se llamaba Colegio Argentino y estaba ubicado en Florida No. 107. Habiendo decidido De Mora y su esposa afincarse en Chile, es que la Sra. de De Angelis ofrece a la Sra. de De Curel sustituir a la Sra. de Mora.

Aparentemente aquellos europeos de la época entendían que era suficiente ser esposo de maestra para dedicarse a la tarea educativa, por lo que poco tiempo después, De Angelis y De Curel se proponen formar otro Instituto de enseñanza, en este caso para varones, al que llamarán Ateneo.

El plan de enseñanza del Ateneo incluía:

Primer Año: 1o. La escritura y la ortografía; 2o. Los elementos de las tres lenguas: española, francesa y latina; 3o. La aritmética; 4o. Elementos de geometría; 5o. la Geografía antigua; 6o. La Historia sagrada y la moral; y 7o. La Historia antigua.

Segundo Año: 1o. continúa el estudio de los idiomas con los principios de la Gramática general; 2o. continúa la Geometría; 3o. el Algebra; 4o. la Historia moderna; 5o. Primera parte de la Ideología; 6o. los elementos de la Física y Química; y 7o. la Geografía moderna comparada con la antigua.

Tercer Año: 1o. Aplicación de la Gramática general al estudio de los autores clásicos; 2o. segunda parte de la ideología; 3o.  la Mitología y la Versificación; 4o. la Literatura; 5o. la Trigonometría; 6o. el manejo de los libros; y 7o. la Cosmología.

Se ofrecía, según la voluntad de los padres, lenguas inglesa e italiana, dibujo, música vocal e instrumental, baile, esgrima y equitación.

A poco de comenzar los cursos surge una disputa entre De Angelis y De Curel, la que determinará que el napolitano denuncie ante la justicia al francés, aduciendo que De Curel le ha mentido y lo ha estafado. De Angelis reclama el local de Florida,  que también servía de vivienda a la familia De Curel. De Angelis se propone crear otro centro de enseñanza al que llamará Escuela Lancasteriana. Con tal fin publica cartas constantemente en "La Gaceta Mercantil" y "El Liberal" denostando a De Curel. Acusa a De Curel de no tener capacidad para enseñar, que había sido engañado en su buena fe.

Esta disputa se extenderá en el tiempo,  fallándose finalmente en contra de De Curel, razón por la cual, al quedarse sin casa y sin trabajo, decide emigrar a Montevideo, donde también instalará un centro de enseñanza.

Poca suerte tuvo De Curel en sus pretensiones docentes por lo que en 1832 decide retornar a Francia - recuérdese que en noviembre de 1832 comienza las negociaciones para que se le regalaran algunos charrúas para llevarse.

Lo demás es historia conocida.

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