PARTIDA DE NACIMIENTO.

Aníbal BARRIOS PINTOS en su libro "LOS ABORIGENES DEL URUGUAY" reproduce la partida de bautismo de Laureano Tacuavé Martínez, nacido el 14 de Julio de 1809; hijo de Eustaquio Tacuavé y de Francisca Martínez. Informa también sobre sus hermanas; María Manuel Tacuavé, nacida el 12 de febrero de 1805 y de Apolinaria Tacuavé, nacida el 23 de julio de 1807. Barrios Pintos comenta "No registra su origen charrúa, por lo que podría presumirse que sus padres fueran guaraníes cristianizados"

En todos los casos Tacuavé aparece escrito con "v" y no con "b" como la mayoría de las veces se hace, erróneamente, siguiendo los documentos escritos por los franceses. Nosotros preferimos escribirlo tal como figura en el documento original de nuestra tierra. Es bien fundamentada la presunción de Barrios Pintos, casi sin dudar debe decirse que Laureano era guaraní de nacimiento, dado que no era costumbre generalizada en los charrúa certificar los nacimientos en las parroquias, además la zona y la época en la que ocurrió su nacimiento está indicando una muy fuerte presencia guaraní.

Respecto a Guyunusa, el mismo autor señala: "María Micaela, sus nombres cristianos - nació el 28 de setiembre de 1806. Era hija natural de la india charrúa María Rosa."

En realidad María Rosa no era charrúa sino minuán – aunque a la fecha ambas parcialidades se habían integrado prácticamente en un solo grupo. Esto queda evidenciado por el tatuaje que poseía María Micaela; esta presunción también es compartida por Porcekansky, como se verá en el apartado dedicado exclusivamente a Guyunusa.

LA NIÑA, ERA HIJA DE VAIMACA Y NO DE TACUAVE.

María Micaela, Senaqué y Vaimaca Perú fueron capturados en junio de 1832. Laureano se unió a ellos en el momento de embarcarse. (Hasta entonces había sido mantenido encadenado y separado del grupo, como ya se dijo.)

Ha escrito J. J. Figueira: "...la niña que en el monumento aparece en brazos de Guyunusa, no era hija de Tacuabé, sino más bien - y con cierta certidumbre - de Vaimaca Pirú."

"Sabiendo que fueron embarcados el 25 de febrero de 1833, momento en que se encuentran Tacuabé y Guyunusa, si ponemos atención a la fecha de nacimiento de la niña, deducimos fácilmente que Guyunusa se encontraba embarazada, por lo que también que no era hija de Tacuabé."

Fundamenta esto exponiendo:

"Es, en efecto, cosa bastante difundida que dicha criatura tuvo un nacimiento normal en cuanto al tiempo de gestación, de acuerdo al informe técnico del Dr. Tanchou, residente en París. De no haber nacido a término en aquella lejana época - permítaseme agregarlo - es seguro que no hubiese podido haber sobrevivido. Añado que ese documento de Tanchou queda muy confirmado por las notas manuscritas semi-inéditas del antropólogo Dumotier, también residente en París..."

EL DESTIERRO, Y UN VIAJE AUN SIN RETORNO.

El 25 de febrero de 1833 son embarcados en el buque Faicón. En el buque van 33 personas, entre ellas el nombrado Francois de Curel y su hijo. También se encontraría Arthur Onslow (quien realizó un dibujo de los cuatro charrúas, donde puede observarse a Micaela Guyunusa grávida y apoyada sobre una mano, mirando a Tacuavé, que es el único que se encuentra de pie) Entre los pasajeros figuran, además: "Los indios Laureano, Perú, Senaqué y Micahela."

El buque llega a Saint Maló el 7 de mayo de 1833, de allí el grupo es llevado al Havre y luego a París.

Entre los datos que aportan los investigadores se señala que no sólo se transportó a estos indígenas sino que también se llevaron avestruces (ñandúes) como evidencia de las características llamativas de la zona.

Luego son expuestos a la curiosidad pública y sometidos a varios estudios. Se los ubica en una casa alquilada por De Curel en el Nro. 19 de la calle Chaussé D'Antin,[*] en el distrito 9 de París. En esa residencia se realiza su "exposición" a partir del 13 de junio de 1833, cobrándose una entrada de 5 francos al principio, debiéndose rebajar posteriormente a 2 francos por la poca aceptación que tenía la misma. Este rechazo es una primera evidencia que la opinión pública francesa no estaba de acuerdo con el trato que recibían nuestros indios.

[*] NOTA: Una foto que el Dr. Carl Schuster envió a J. J. Figueira presenta un manuscrito de F. de Curel, sobre papel verde, dice:"Les Indiens Charruas sont visibles tous les jours, le samedi excepté, de 3 h. á 6 du soir. Allée d'Antin No. 19, aux Champs Elysées - Prix d'entrée 5 francs par personne" ( Los  indios charrúas están visibles todos los días, excepto el sábado, de 3 a 6 de la tarde. Avenida D'Antin Nro. 19, en los Campos Elíseos. Precio de entrada: 5 francos por persona ). J. J. Figueira hace la precisión:"...La "Allée  d'Antin" a que se hace aquí especial referencia, inexistente hoy (a causa de L'Etoile y sus entornos o "environs"), se llamó con el transcurso del tiempo "Avenue d'Antin". Nacía en Cours-la-Ruine, Nro. 2, para morir en los Campos Eliseos, Nro. 1. Su longitud era exactamente de tan sólo 280 metros. No debe confundirse esta avenida con el "Impasse d'Antin" ya desaparecido, también, ni mucho menos con la afamada "Rue de la Chausée d'Antin".

Varios personajes célebres de la época visitan la muestra, entre ellos George Sand, Federico Chopin y Heine. Es precisamente este último quien publica un articulo criticando con severidad a esta exhibición.

Las críticas más duras comienzan cuando muere Senaqué, lo que ocurre tan sólo dos meses después de arribados a aquellas tierras. Otras personalidades como Geoffroy Saint Hilaire, Larrey y Cherubini también se movilizan para que los charrúas sean repatriados.

DE CUREL invita a la exhibición.

Francois De Curel escribe una invitación en la que expresa:

"Estos individuos forman parte de una quincena de prisioneros conducidos a Montevideo en junio de 1832. El Presidente de la República Oriental del Uruguay me ha permitido traer a Europa a estos cuatro, escogidos entre los que más interés ofrecen por sus rasgos fisonómicos. El primero es un cacique temible; el segundo es un sedicente médico que, a la pretendida ciencia de la magia medicinal, une realmente el conocimiento de plantas curativas capaces de cicatrizar las heridas. El tercero es un joven y feroz guerrero, renombrado por su habilidad para domar los caballos salvajes; la cuarta es una mujer, compañera del joven guerrero. Estos cuatro individuos ofrecen vivientes modelos de la constitución física y los caracteres morales ten bien descriptos por el sabio autor de la "Historia Natural del género humano". Ellos representan los verdaderos tipos de la Tercera Raza de hombres, denominada raza cobriza…"

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