Sobre VAIMACA (PIRÚ o PERÚ, también denominado PERICO).

"Alrededor del año 1790 nacía en la Banda Oriental un indiecito charrúa llamado Vaimaca. Desde su infancia demostró valor y al entrar en la edad de la pubertad, poseía una arrogante fisonomía, resaltada por sus formas atléticas perfectamente depuradas."

"Era honrado, sabía hacer justicia y la confianza en su fuerza le fue abriendo el camino que pronto le llevaría al cacicazgo de la tribu a que pertenecía. Se produjo esto cuando apenas tenía 30 años de edad, contando con la simpatía general. Llegó a ser poderoso, no como acaudalado porque ningún indígena de nuestro suelo gozó de opulencia, sino por sus estimables condiciones expuestas en defensa de los intereses de su tribu y de su terruño..."

Convendría establecer que aquí hay un elemento que evidencia la aculturación de los charrúas en la época de referencia. El "cacicazgo" no era característico de los charrúas dado que el liderazgo era eventual, producto de la designación del grupo tribal, y el designado como responsable volvía "al llano" luego de cumplida la actividad para la cual había sido nombrado responsable. El propio término "cacique" fue traído por los españoles desde el Caribe y se impuso que este título fuera hereditario, no solo para seguir las costumbres de la nobleza europea, sino fundamentalmente con el interés de dominar a las sociedades indígenas controlando a estos "caciques". La costumbre se extendió a los criollos. Se le reconocía y daba el término de "caciques" para poder contar con sus grupos como unidades militares irregulares según las conveniencias del momento. Vaimaca y su grupo formaron parte de las unidades artiguistas y fueron la columna vertebral del "Ejercito del Norte" que, comandados por Fructuoso Rivera, en una acción relámpago recuperaron las Misiones orientales.

Vaimaca Pirú también había sido sableado al ser apresado por las tropas de Rivera, y murió el 13 de setiembre de 1833, no como producto de aquella herida sino por un cuadro de debilitamiento general producido por el clima europeo.

UN DOCUMENTO DE DEFUNCION.

J. J. Figueira, en 1956, ubicó en los registros de defunción del 5to. distrito (antiguo) de París, una brevísima mención que transcribe:

"VAIMACA PERU, Chef tribu indienne, décésé à 55 ans, Chaussée d"Antin Nro. 27, le 13 septembre 1833"

Como fue dicho, y vale la pena reiterar cantas veces sea necesario – para conocer que nos estamos refiriendo a uno de los más incuestionables patriotas del Uruguay; Vaimaca Pirú o Perú había compartido la lucha junto a José ARTIGAS. Fue uno de los que respondiendo al llamado de Fructuoso RIVERA concurre a Salsipuedes – donde había sido convocado bajo el traidor engaño que los necesitaban "para volver a ayudar a la Patria"; donde salva su vida porque, cuando se está cometiendo la matanza, recrimina a quien había sido, en otras oportunidades, compañero de armas: "Mirá, Frutos, tus soldados matando amigos". El entonces presidente evita que sea asesinado, tomándolo prisionero.

Respecto a este gesto de RIVERA, existen varias interpretaciones. La primera y más común que fue un gesto de compasión ante la recriminación por parte de alguien que había luchado junto a él, pero es poco imaginable que en el entorno de una matanza que tuvo meses de preparación, basada en el engaño a los que se estaba sacrificando, se recurra a la compasión.

Otra versión, más creíble, se refiere a que RIVERA salvó la vida de Vaimaca, evitando que fuera degollado, para llevarlo como celebre prisionero, dando realce a su campaña, tal como lo afirma el relato de Oxehufvud.

Según lo establecen los Dres. Augusto SOIZA LARROSA, Ruben Alfonso PEIRANO y el Lic. Antrop. Horacio SOLLA OLIVERA; Vaimaca: "Nació alrededor de 1790 en la República Oriental del Uruguay (...) medía 162 cm." (Figueiras ha dicho 164 cm.) "A los 30 años fue elegido cacique de su tribu. En 1814 ingresó al ejercito de los patriotas de Artigas. En 1829 fue agregado al ejercito de Rivera (...) Según la descripción de Dumotier, era ancho de espaldas y musculoso, evidenciando su gran fuerza."

Los  citados investigadores realizaron la "Revisión de un estudio radiográfico sobre el esqueleto de Vaimaca-Pirú", que publicaron en los ANALES de VII Encuentro Nacional y V Regional de Historia. Ellos profundizan un estudio realizado por el Dr. José Luis BADANO REPETO en colaboración con el antropólogo Jean Louis Heim. Badano, "en ocasión de un viaje a París en 1966, accedió al esqueleto de Vaimaca-Pirú, conservado en el Museo del Hombre, en cuyo fichero figuraba con el Nro. 6565,  Armario  27, placard  5, procediendo a su estudio radiografico (...) Dicho estudio fue practicado en el Hospital Vaugirard de París, en el Servicio del Dr. Roux. El esqueleto fue parcialmente trasladado del Museo al Hospital en días sucesivos, procediéndose a radiografiar  segmentos óseos" ( Subrayados nuestros. Referencia de fundamental importancia para aquellos que se empeñan en reiterar que los restos "desaparecieron" del Museo del Hombre. )

Dumotier refiriéndose al carácter del cacique dice que, estando en Francia, "era poco comunicativo, eludía responder a las preguntas curiosas y en forma indiferente miraba a sus visitantes; no descendiendo jamás de su dignidad personal y siempre parecía estar sumido en profundas meditaciones que le daban un aire de indolencia."

Vaimaca solicitó, en cierta oportunidad, para verse con el Rey de Francia [Luis Felipe] - única autoridad que, por su rango de cacique, reconocía. Expresaba que le pediría un barco y cuarenta hombres y regresaría a matar a Rivera, para "vengar el honor de su tribu destruida"

Luego de la muerte de Vaimaca Perú se generalizan y agravan las críticas por el obligado desarraigo de este grupo, al quedar de manifiesto su imposibilidad de aclimatarse.

Existe un "moulage" intro-cranien de Vaimaca Pirú, que lleva el Nro. 19246.

DEMOFILO HABLA DE PERICO (VAIMACA).

Muchas veces hemos mencionado el curioso artículo firmado  por DEMOFILO, en el que se hace referencia a Vaimaca Pirú o  Perú como "Perico". En él, luego de detallar los sucesos de Yacaré-Cururú, expresa Demófilo:

(...)"  Entretanto  Perico, cautivo en Montevideo, arrastraba su miserable existencia, tratado como un vil criminal, y, debiendo, a la conmiseración de algunas almas caritativas hasta los andrajos con que cubría sus carnes, y el triste medio real que le servía para satisfacer, de cuando en cuando, uno de los más apetecidos goces del indio, - un trago de aguardiente."

"En  este estado, un europeo, un francés cuyo nombre no queremos recordar, formó el proyecto de sacar provecho de Perico llevándolo a Europa para presentarlo allí en exhibición al público, como se hace con las bestias bravas y extrañas, que, en todas partes del Mundo, se llevan a satisfacer la ociosa curiosidad europea. No le fue difícil al especulador realizar su  idea. ¿ Quién era Perico para que se reparase en lo que se iba a hacer con él? Un Charrúa, un perro pagano que había osado defender su natural libertad y la independencia de su nación contra el primer Magistrado de la República, ¿ qué consideraciones  podía merecer? Perico vagando silencioso por las calles, y vigilado por la Policía como un bicho maligno y ponzoñoso, no era un objeto que inspirase tanto interés que moviese a alguno a que alzase su voz para defenderlo y evitar un atentado vil contra la dignidad del  hombre. ¿ Fue vendido Perico? ¿ Fue entregado como un regalo ? ¿Fue seducido y violentado  ? ¿Para qué lo hemos de decir? ¿Qué importa con qué medios se valieron para sacrificarlo a la codicia de un infame especulador transatlántico? Baste saberse que el atroz intento se consumó. Llevaron al infeliz a Europa."

"Allí, en la célebre capital de Francia, en ese ponderado centro de cultura y civilización, sirvió de alimento a la frívola curiosidad de un pueblo novelero que de todo hace fiesta. Conducido de salón en salón, de café‚ en café, de plazuela en plazuela, hecho juguete de muchachos, convertido en espantajo de niños y mujeres, provocando las risadas burlescas del vulgo, y sujeto a los tocamientos y al examen de un enjambre de semisabios, consumíase lentamente, viéndose en tanta  humillación y entregado a tan indigno tratamiento. Su alma altiva y soberbia no podía soportar una vida llena de tamaña bajeza y servilismo. Hallábase devorado por una pena que poco a poco lo iba acercando a su fin; sus tiranos, en tanto, no cesaban de ejercitar con él su inhumana industria. La amargura y tétrica melancolía que teñía de sombras el semblante, era atribuida a estupidez e indiferencia por la tribu de mirones que de continuo lo rodeaban. ¡Ah, si hubiesen podido ver por entre esta aparente impasibilidad la horrible agitación que conmovía el interior del hombre del desierto! Si hubieran visto la desesperación que roía sus entrañas,  ¡cuan  digno de lástima les hubiera parecido! ¡cuánto se hubiesen arrepentido de haberlo fatigado tan inconsiderablemente! El desdichado no tardó en sucumbir a sus pesadumbres. La muerte, precedida de esa larga y horrible agonía con que el alma robusta de un salvaje en su vigor se desprende de la materia corporal, puso término a su mísera existencia."

"¡Pobre Perico! ¡cuánto no hubieras dado tú en aquellos instantes de martirio por tener un fin igual al de tu compañero Rondó, recibiendo como éste en la pelea, la muerte deliciosa del guerrero, después de haber hecho morder la tierra a más de un enemigo! ¡Tan lejos de tu patria y de los tuyos en tierra extraña! ¡sin tener el consuelo siquiera de poder desahogar tus penas en presencia de quienes te pudiesen comprender! ¡mirada tu deplorable situación por los aborrecidos seres que te rodeaban, con la indiferencia con que se mira extinguirse la vida de una bestia repugnante! Quebrantado de agudísimos dolores y atormentada la imaginación con visiones horribles, ¡Oh Charrúa, Charrúa desgraciado! ¡cuánto no habrás sufrido en tus últimos momentos! ¡¡cuanto no habrás maldecido al hombre atroz que, de libre y jefe de valientes, te redujo a la condición de siervo degradado !!  y ¡¡cuán indignados ojos no habrás elevado al cruel europeo que te hizo víctima de su inhumana codicia !!"

"El resto de los Charrúas ha ido sucesivamente pereciendo en las contiendas civiles que vinieron después. Las mujeres y sus  hijos pequeños, repartidos en todo el País y colocados bajo una especie de patronato, también han desaparecido en gran parte; y no pasarán muchos años que el idioma charrúa no tenga en el Mundo un sólo individuo humano que lo hable."

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