EL RETORNO DE VAIMACÁ (Pirú, Perú o Perico)


A más de una semana del retorno a nuestro país de los restos del cacique Vaimaca se pueden observar gratamente varias cosas en las que este hecho influyó.

Lo fundamental haber despertado el interés en toda la sociedad para conocer más sobre Vaimaca en particular y sobre nuestro pasado indígena en general. Este interés también se ha expresado por distintas discusiones que se procesan y procesaran. Ya nadie niega que nuestro país tiene, además de las obligatoriamente impuestas, también raíces indígenas. La presencia de Vaimaca determina que muchos hayan comenzado a reconocerse primeramente como naturales del país, dejando de observar como objetivo hacia otras sociedades.

Nadie duda ni niega la existencia de descendientes de indígenas. Ya definitivamente dejó de ser cierto lo que una vez dijo quien era presidente uruguayo: "En Uruguay somos todos europeos" (1) Vaimaca vino a mostrar que en Uruguay somos orientales del Uruguay. Vino a poner de manifiesto el amor verdadero por el suelo natal.

Varios de los 0900 que brindan información se comunicaron esta semana con nosotros para que les proporcionáramos material, puesto que recibían muchas llamadas con consultas referidas a Vaimaca. En esta semana tuvimos que concurrir y agendar a varias escuelas porque los niños preguntaban insistentemente sobre el cacique. Instituciones deportivas, sociales y políticas, de la capital y del interior, (incluso en el exterior) también organizaron y están organizando conferencias para difundir todo lo referente a Vaimaca.

Una gran batería de ediciones están viendo la luz estos días y otras lo harán mas adelante, también referidas a este tema.

Alguien nos escribió días atrás: "cuando ya nadie recuerde de nuestra existencia, el viejo Vaimaca seguirá haciendo su lento y paciente trabajo." Sonaba a sentencia, y tenía razón. En lo inmediato debemos luchar por que todos los uruguayos, como Vaimaca, vuelvan a su tierra con dignidad.

No es poca cosa escuchar que, aún cometiendo equivocaciones, del puñadito de palabras charrúas que se conservan ahora nos acostumbremos a escucharlas en boca de toda la población. En tiempos donde no es acostumbrado que nuestros nativos regresen, sino todo lo contrario; con Vaimaca, volvió una actitud, que esperemos sea de esperanza.

(1) Palabras del Dr. Julio María Sanguinetti en Washington.

LA NECESIDAD DE MEJOR INFORMACION. El retorno de Vaimaca significa también un reencuentro con el único vinculo material que nos queda con la parcialidad charrúa. Si se respetan las normas de conservación que oportunamente reclamaron los docentes e investigadores de Facultad de Humanidades y el Museo Nal. de Antropología tendremos la posibilidad de conocer mucho más sobre esta étnia indígena que, aún no siendo la única, es la que nos da una denominación ante el mundo.

También todo el entorno del regreso del cacique puso de manifiesto una serie de errores históricos que se repiten como verdaderos, y que es necesario - a través de la educación - corregir. Escuchamos malas traducciones de palabras o expresiones charrúas. Además leímos muchas referencias con equivocaciones, tantas que sería imposible referirse a cada una de ellas. Pero mencionemos algunas. El grupo llevado a Francia por el especulador cuyo nombre debe ser olvidado no eran todos charrúas, si lo eran Vaimaca y Senaqué, en forma incuestionable. La niña nacida en Francia no era hija de Tacuavé (aunque este la trató como si lo fuera, en conducta propiamente indígena) Cuando Maria Micaela Guyunusa y Laureano Tacuavé Martínez se conocieron Guyunusa ya estaba embarazada de dos meses. No existen referencias documentales de como se llamó la niña, en algunos casos en guiones cinematográficos se le adjudicaron nombres a los solos efectos de la trama. Vaimaca no nació por 1790. Si nos atenemos a la partida de defunción del cacique charrúa, éste habría nacido por 1778. Tacuavé se escribe con "v", así está en su partida de nacimiento. Que los charrúas no eran "altos", como decían los cronistas, Vaimaca medía 1.62. Salsipuedes no fue una batalla; fue una emboscada. Bernabé no era hermano de Rivera, era sobrino. El Rivera que está en el Cementerio Central no es Fructuoso es Bernabé. Los charrúas no fueron los únicos indios de la región que lucharon fielmente y hasta el final junto a Artigas. Debe recordarse a la provincia de Misiones (que hasta el día de hoy conserva la bandera Artiguista, al igual que Entre Ríos) estaba gobernada por los indios de Andrés Guacurarí - o Andresito Artigas - que termino prisionero en la Isla das Cobras; también estuvieron los guaycurúes y abipones, ingresados a nuestro territorio a expresa solicitud del prócer.

Pequeños detalles que ponen en evidencia la necesidad de actualizar objetivamente los conocimientos respecto a nuestro pasado indígena. Es otro aporte más que nos trae Vaimaca (también llamado Perú, Pirú o Perico)


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